Hace unos días comencé a sentirme cómoda en Buenos Aires, hasta ahora me había costado mucho. Es algo difícil sentir que se avanza cuando nada sale cómo se planeó.
Estaba sentada actualizando mi CV, veo cómo en dos años ha cambiado tanto, y pienso... uff... se hace largo el camino de la vida, por ratos. Estoy comenzando, a pesar de haber comenzado a trabajar a los 17 años. He vendido ropa para una señora guatemalteca que pagaba 7 mil colones por semana, cobraba 20 mil por cada jeans, y te daba de comisión 10 colones, no le gustaba que los empleados se sentaran en todo el día y había que limpiar el piso 7 veces antes de abrir porque era supersticiosa. También en Saúl Méndez en el mall.... Ah!, y en la tienda de ropa americana que supo tener mi tío. He cuidado niños, he planchado ropa, he limpiado la pista de una disco, por las mañanas, con una esponja de cocina y cloro.... He hecho móviles de esos que tienen tubitos y suenan con el viento... He sido asistente de un "corredor biológico". He sido asistente de unos 7 profesores en la Escuela de Filosofía de la Universidad de Costa Rica. Aún lo hago, de hecho. He trabajado en el restaurante ...
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